Retrato inspirado en Augusto del siglo I. a.C.
De esta obra, la única pieza original romana es el rostro, pues la parte posterior del cráneo estaba reconstruida con mortero, lo que hace pensar que no pertenecía a una escultura de bulto redondo sino a un relieve del que fue seccionada. El busto es renacentista.
Estilísticamente presenta similitudes con los retratos de Augusto del tipo “Forbes”, lo que ha conducido a considerarlo bien como un retrato preparatorio de los del emperador, bien como uno privado inspirado en el modelo imperial.