El retratado es Gómez Suárez de Figueroa (1587-1634), III Duque de Feria y II Marqués de Villalba, militar célebre del ejército de Felipe IV durante la guerra de los 30 años que se distinguió en las campañas de Constanza y en la toma de Brisach y Rheinfelden. Fue Virrey de Cataluña (1629-1630), le sucedió en el cargo Olivares para poder ocuparse de importantes cuestiones militares en Flandes e Italia. Fue también Gobernador del Estado de Milán y Capitán General de Italia, Embajador de España ante el Papa Paulo V y Embajador extraordinario en Francia en la entronización de Luis XIII. Falleció en Munich y sus restos se depositaron en el Convento de Santa Clara de Zafra. De cuerpo entero, en actitud triunfal y grandilocuente, el III Duque de Feria luce su media armadura, que hoy se conserva en el Museo del Ejército de Madrid, en la Sala de la Casa Ducal de Medinaceli. Con la mano izquierda apoyada en su espada y con los atributos propios del poder político y militar. El bufete y la cortina, ambos de color rojo, cierran la composición. Otros retratos del mismo personaje se encuentran hoy en la colección del Museo del Prado y adornaron en su ñepoca el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro por tratarse de uno de los militares más importantes del reinado de Felipe IV. En 1634, los Suárez de Figueroa entroncaron con los Medinaceli, y el título ducal de Feria se añadió a los que ostentaba esta casa ducal. Este retrato fue posiblemente encargado por algún familiar del Duque a su muerte puesto que se realiza un año después del fallecimiento del militarFirmado en la parte inferior izquierda.