Historia archivística
Un privilegio rodado de 1176 principia la documentación del señorío Cogolludo, en un período anterior a su integración en la Casa de Medinaceli, que no tendría lugar hasta bien entrado el siglo XV. Del siglo XVI es el primer inventario de papeles que viene a demostrar ya que toda la documentación importante de la Casa se encontraba recopilada en el palacio que tenían los duques de Medinaceli en la villa soriana.
En este lugar compartirá también estancia con los papeles del ducado de Medinaceli, si bien, parece que la documentación de valor contable y administrativa pudo seguir acumulándose en Cogolludo.
Los decretos del X Duque de Medinaceli, Nicolás Fernández de Córdoba, que propiciaron el traslado a Madrid de la documentación de sus señoríos, han dejado constancia que este fondo fue uno de los primeros en ser trasladados desde Medinaceli al palacio que poseían los duques en Madrid, en el Paseo del Prado. En este lugar, formando parte del Archivo General de los Duques de Medinaceli, sería ordenado e inventariado, junto con los fondos de los demás señoríos de la familia, según los, por entonces, vigentes criterios de organización. Diversas circunstancias forzarían el traslado del archivo a dependencias del duque de Santo Mauro, en la calle Hortaleza, a partir de 1896, y, luego, a la calle Zurbano, de Madrid. En 1913, el archivo pasaría al palacio del duque de Medinaceli en la Plaza de Colón, que antaño adquiriera su abuela, la duquesa de Denia, Angela Pérez de Barradas. Allí permaneció hasta que falleciera el duque Luís Jesús Fernández de Córdoba y Salabert, en 1956, el cual legó a su hija mayor, la actual duquesa, Dª Victoria Eugenia Fernández de Córdoba, este archivo (excepto los fondos Lerma y Cardona), junto con otros bienes.
De Madrid pasó a Sevilla en 1961, siendo instalado en diferentes estancias de la Casa de Pilatos, residencia de la actual duquesa, la cual, con ánimo de preservar la unidad del ancestral patrimonio histórico-artístico de había heredado, creó la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, en 1980, para su gestión y custodia.
Los distintos traslados a que se ha visto sometido han respondido solo a motivos de cambio de ubicación, no de propiedad. La última transferencia de este fondo ha tenido lugar en septiembre de 1995, cuando formó parte del contingente de documentos enviados desde la sede de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli en Sevilla, al Hospital Tavera, de Toledo, en el marco del convenio suscrito por esta Fundación con el Ministerio de Cultura, años antes.